Tu Luz

Hay mucho valor en enfrentar tus sombras, 
que son parte de uno y vienen a enseñarnos, 
pero creo que hay más valor todavía en asumirte responsable de tu luz, 
tu propia luz; 
recordar tu brillo te otorga valentía, 
porque reclamas tu poder, 
el que te pertenece por derecho propio 
y que por la mirada del otro has dejado de lado aunque parezca contradictorio.
Es que ¿cómo? ¿tiene mas “publicidad” ser desdichado, 
tener que librar batallas que te desgastan una y mil veces 
porque supuestamente es el único modo de “obtener” tus dones?
¿Quién te hizo creer eso? 
Tus sombras estarán siempre al acecho, 
ahí, cerca de ti,
tal como el día da paso a la noche; es el balance, el equilibrio de nuestro universo, 
así debe ser.
Quita la mirada juzgadora de ellas, 
empieza a mirar tu luz, 
no tengamos miedo de brillar porque la luz es contagiosa, 
tu llama ilumina a otros y a otros y a otros. 
De las personas más simples aprendí, 
cuando menos lo esperaba mi maestro apareció para sanarme. 
No necesité regocijarme en mis propias sombras, tan solo las acepté.

Algunos deciden vivir entre ellas, 
otros comenzamos a darnos cuenta que el calor de la luz sobre el rostro otorga calma,
no hay nada más puro y emocionante que esa sensación inexplicable; 
cuando permitimos que la luz del alma al fin pueda emerger, 
las semillas que duermen dentro nuestro, 
tienen la inigualable oportunidad de brotar.

Vivamos en la luz, 
seamos luz, 
no tengas miedo, 
no te quedes a mitad de camino, 
no te detengas, 
no te estanques. 
¡Sos luz, siempre lo has sido.!


Autora: ƝƛNatalia Lewitan

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